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domingo, 2 de septiembre de 2012

Barça superó al Valencia

Barcelona
Barcelona ha logrado el objetivo de mínimos que perseguía ante el parón de las selecciones, al sumar el noveno punto tras derrotar a un Valencia (1-0) gris, que tuvo pocos argumentos ofensivos, todos ellos concentrados en los últimos minutos de partido.
Al Barcelona le costó encontrar el ritmo contra un Valencia muy poblado en el centro del campo que hizo una apuesta habitual contra los barcelonistas; tirar balones largos para que Roberto Soldado sacase provecho. En el 8, el ariete valencianista no pudo superar al dúo de centrales barcelonista, pero en el 11 intentó ser más efectivo, cuando mató un balón y lo envió de rosca a la meta de Víctor Valdés.
El partido del Madrid, y los dos goles que encajó el equipo azulgrana, estuvo muy presente en la mente de los barcelonistas, que fueron a todos los balones largos sin conceder un metro. En el 13, Piqué se excedió, puso el codo en el salto y vio la amarilla. Soldado, minutos después intentó sacarle la segunda cartulina, en una jugado con el balón por alto, pero el árbitro no vio acción punible.
Tras un cuarto de hora sin el balón, el Barcelona empezó a hilvanar acciones de mérito, gracias en parte por la banda de un explosivo y confiado Pedro Hernández, que se lo jugaba todo.
Con un Cesc Fábregas atento en el movimiento del balón en el eje, el Barcelona sacó provecho de la movilidad que ofrecía Messi y, por las bandas, Pedro y el chileno Alexis Sánchez, por muchos achiques que propusiera un Valencia que poco a poco empezaba a recular, al ceder metros y al verse sobrepasado.
El camerunés Alex Song, en funciones de Sergio Busquets (en el banquillo), se atrevió con balones largos, como uno que puso a prueba al meto brasileño Diego Alves, quien debió salir del área para atajar el peligro ante la presencia de Pedro.
En una buena combinación de Alexis y Adriano, el brasileño envió un balón que Messi lo remató sin mucha estética. No así dos minutos después (min.19), cuando en otro centro, el argentino conectó un remate de cabeza que Diego Alves neutralizó con una gran parada.
En la insistencia azulgrana se empezaba a dibujar un gol, que llegó tras un trallazo de Adriano desde fuera del área (1-0), al que nada pudo hacer el meta valencianista, quien sí estuvo nuevamente inmenso un minuto después del tanto, cuando salió con todo para tapar todos los huecos en un disparo de Pedro.
En el 25, el Barcelona pudo haber sentenciado en un instante en el que tenía al Valencia 'ko', pero cuando Messi le pasó un balón franco a Cesc, éste lo resolvió picando el cuero y enviándolo al palo.
El Valencia se fue al descanso con una falta a favor, cuyo rechace lo recogió el francés Sofiane Feghouli, quien probó un disparo imposible, antes de que el Barça encadenase dos últimas acciones de marcar.
Los primeros minutos del segundo tiempo fueron para un Valencia que apostó por la elaboración, más que por el pase a larga distancia, y el brasileño Jonas lo intentó, pero el balón rebotó en el cuerpo de Piqué.
Alexis necesitaba una gran jugada y Cesc un gol para que el público dejase de mirarlos con cierta desconfianza. El chileno la dibujó dentro del área en el minuto 10 y el catalán volvió a fallar un gol cantado en el remate. Minutos después, Cesc volvió a ser sustituido.
El Barcelona empezó a temer que la ventaja fuese mínima, el Valencia empujaba y mordía más -se le anuló un tanto a Víctor Ruiz por fuera de juego en una falta-, y saltó al campo Andrés Iniesta para darle otro tono a un centro del campo que empezaba a perder mucho balones y no generaba ningún tipo de juego ofensivo.
El Valencia, con dos líneas bien claras y juntas, aguantaba viendo cómo el balón iba de un lugar a otro sin poder interceptarlo hasta que el argentino Tino Costa, Feghouli o Jonas lo atrapaban, para darle más sosiego, pero ni en éstas el equipo valencianista lograba acciones claras.
Fue con un doble cambio en el 77, con la entrada del argentino Fernando Gago y Jonathan Viera, que el Valencia empezó a creer, y cuando no le llegó por la elaboración, lo intentó con el balón aéreo de falta o de córner, pero sin acierto, como en un remate de Víctor Ruiz a la salida de un córner, que se fue ligeramente alto, poco antes de arrancar el tiempo de añadido.

El Madrid gana por Cristiano e Higuaín


Real Madrid firmó su primer triunfo de Liga gracias al acierto rematador de Cristiano Ronaldo, que firmó un doblete antes de retirarse lesionado, para derrotar al Granada (3-0) en un partido plano, el día que Luka Modric enamoró al Santiago Bernabéu en su estreno como titular.
Real MadridEl Bernabéu vivió la resaca de la Supercopa de España. Ganar el primer título al gran rival, el Barcelona, y el desgaste que conllevó remontar la eliminatoria, rebajó la intensidad en el regreso de la Liga. Un Real Madrid plano ante un Granada ordenado. Un equipo, el de José Mourinho, necesitado de nuevas motivaciones.
Después de empatar con el Valencia y caer con imagen preocupante en Getafe, los jugadores madridistas no salieron a arrollar a su rival. Se les ve seguros de ganar a un ritmo bajo. Confiados en su calidad. Conlleva riesgos. Cualquier equipo crea problemas y sin la misma intensidad en el juego que la pasada temporada, los sustos pueden llegar.
No lo dio el Granada porque no tiene para más. Demasiado hizo con mantener el tipo y el orden. Con Iriney al mando de un grupo de jugadores que pierde el descaro en los últimos metros, con Floro Flores y El Arabi que darán alegrías a su equipo. Solo el estreno en el equipo titular de Luka Modric mantenía la expectación en el Santiago Bernabéu.
Le sobra calidad y demuestra que el fútbol del Real Madrid le va como anillo al dedo. Inteligente con el balón en los pies, siempre buscó el espacio en sus pases. Ahora hace falta que sus compañeros corran. No sólo Callejón, que como siempre se deja el alma cada vez que pisa el césped. Un pase con el exterior del pie de Modric al extremo español fue lo más vistoso del primer acto. Definió mal. Abajo. Donde Toño tuvo fácil sacar el disparo con los pies.
Con poco fútbol que echarse a la boca y las líneas del Granada juntas para evitar sustos, Cristiano hizo la guerra por su cuenta, siempre generoso en su esfuerzo. Sin una sonrisa. Ni una celebración. A los 21 minutos lo intentó con un disparo potente que no encontró puerta. Cinco después tuvo más fortuna. A pase de Callejón a su desmarque, con poco espacio soltó un zurdazo que se coló en la portería por debajo de las piernas de Toño tras desviar ligeramente en Borja Gómez.
Era el primer gol en Liga de Ronaldo. Su rostro serio y un gesto de difícil explicación. La misma falta de pasión que tenía el fútbol madridista. Incapaz de crear peligro para sentenciar pronto el duelo. Una acción aislada, en un pase largo de Marcelo a Benzema, sirvió para despertar. Karim picó el esférico y no encontró puerta.
El momento de duda no lo aprovechó el Granada. Se acercó con un buen centro de Nyom que sacó Arbeloa y una acción de El Arabi que remató Floro Flores al lateral de la red. Un cabezazo del delantero marroquí cerraba sus acciones de peligro. No remataron a la portería de Casillas y ya no tendrían más oportunidades en el partido.
Los intentos de Benzema y Cristiano antes del descanso no evitaron el murmullo del Bernabéu. La afición madridista pide otra actitud a sus jugadores. También lo hizo Mourinho en la caseta. En la reanudación hubo más compromiso. Di María aumentó el ritmo de juego y asistió a Cristiano para que cerrara su doblete. Llegó con molestias en el muslo izquierdo y al jugar sus problemas se agravaron. Se marchó lesionado a los 65 minutos.
Ya había dejado el portugués el partido sentenciado. Dos goles y una expulsión. La de Borja Gómez a la hora de partido. Era el final del partido. Modric se marchaba tras rozar su primer gol, con un disparo ajustado al palo, y la entrada de Gonzalo Higuaín dio más presencia en el área rival. No desaprovechó el argentino un pase de Benzema, que partió en fuera de juego, para cerrar un triunfo con poco brillo. El primero del vigente campeón.

Athletic vuelve al triunfo ante Valladolid


Una gran actuación de Markel Susaeta, protagonista en el primer tanto y autor de un golazo en el segundo, ha levantado hoy al Athletic Club ante el Valladolid, un 2-0 final que sacado al equipo rojiblanco de la posición de colista en la que había comenzado la jornada.
Fue el impulso de Susaeta mediado el segundo tiempo y el oportunismo de Aritz Aduriz en el tanto que abrió el marcador lo que ha llevado a los de Marcelo Bielsa a un triunfo muy discutido durante hora y por el pugnó lo suyo el Valladolid en el arranque de cada mitad.
El conjunto pucelano, no obstante, dejó pasar la oportunidad de abrir el marcador y colocarse líder virtual, y acabó cediendo en el último cuarto de encuentro ante la insistencia rojiblanca, sobre todo de su extremo derecho.
Varias imprecisiones de los locales y la movilidad del alemán Ebert crearon cierta inquietud en la grada en el primer cuarto de hora, si bien el empuje del Athletic también originó alguna llegada peligrosa rojiblanca, como un centro de De Marcos en el minuto 12 que no encontró rematador.
Un poco antes, Iturraspe había impedido un remate de Javi Guerra en el segundo palo, a centro de Ebert, en la que fue la mejor ocasión visitante antes del descanso. Y justo después del centro de De Marcos Ebert disparó cruzado en un contragolpe.
Con el paso de los minutos, el Athletic se fue tranquilizando y aumentando el dominio en el juego, mientras que las salidas a la contra del Valladolid cada vez morían más lejos de Iraizoz.
En esa dinámica, Susaeta dispuso de una gran ocasión para marcar en el minuto 34. Pero el delantero eibarrés remató al palo con toda la portería para él centro desde la izquierda de Isma López que llegó a media altura al segundo palo después de que pugnase por él en el primero Aduriz.
Athletic BilbaoUna salida de Jaime ante Aduriz en el minuto 43 cerró la fase de mayor dominio local antes del descanso, diez minutos en los que los de Bielsa no pararon de botar córneres.
Pero ya sin Javi Martínez, con Llorente fuera de la convocatoria y San José en el banquillo al Athletic le faltaban rematadores con las que concretar una suerte que le suele dar buenos réditos.
La segunda parte comenzó con la primera, con un par de opciones pucelanas. La primera de Oscar y la segunda, de más enjundia de Ebert, el mejor de su equipo. Al alemán, no obstante, le sobró un regate tras su incorporación al área por el carril derecho.
Como en el primer tiempo, el Athletic se fue recuperando de la mano de Susaeta, a quien un defensa mandó a córner un fuerte disparo desde el vértice derecho. Pero no cejó el de Eibar y tras una porfía suya dentro del área Aduriz aprovechó el balón suelto para poner el 1-0.
Solo tardó seis minutos en llegar el segundo gol, pero entre uno y otro tanto Susaeta no dejó de percutir protagonizando otras dos jugadas peligrosas para la meta de Jaime. Un disparo de Aduriz que dio en el palo tras dar en un defensa y un disparo de Eber que puso en apuros a Iraizoz dio pasó al 2-0.
Susaeta recibió en el área de espaldas a pase de Galarreta, se dio la vuelta y coló la pelota en el ángulo imposible para el meta visitante. Una preciosa y precisa maniobra.
Aún tuvo dos ocasiones el conjunto de Miroslav Djukic para acortar distancias, pero a Javi Guerra le faltó el acierto de sus mejores tarde. Primero para rematar, franco, un centro desde la izquierda de Omar; y después, ya casi sobre la hora, para ajustar un disparo cruzado desde la derecha escorado pero muy dentro del área.

Mallorca ganó y es líder provisorio


El Mallorca encabeza de manera provisional la Liga española de fútbol de Primera División al derrotar 1-0 a la Real Sociedad de San Sebastián en Palma con un gol de Víctor Casadesús en la segunda parte.
El equipo de Joaquín Caparrós se mantiene invicto tras tres jornadas y después de vencer por 2-1 al Espanyol y empatar 1-1 en el campo del Málaga.
Mallorca vs. Real SociedadLa Real, que no gana en Palma desde la temporada 2002-2003, pagó caro su conformismo, ya que sólo reaccionó con el marcador en contra.
Dos lanzamientos entre los tres palos, ambos a sendos cabezazos de Tomer Hemed (min. 30) y Emilio Nsue (min. 43), fueron toda la producción ofensiva del Mallorca y la Real Sociedad en la primera parte.
Los dos equipos se enzarzaron en una lucha sin cuartel por el control del centro del campo, pero sin criterio ni mucho menos, calidad.
Fue un tostón de partido, donde el balón circuló más por el aire que a ras de suelo, con faltas continuas, interrupción del juego y errores de bulto en los pases.
En el Mallorca debutó el central brasileño Anderson Coincençao y el balear Pedro Bigas se fue al banquillo, pese a ser titular en las dos primeras jornadas; en la Real, no estaba el uruguayo Gonzalo 'Chori' Castro, lesionado, para alegrar la noche con algunas de sus carreras por la banda izquierda.
No hubo fútbol en los primeros 45 minutos, pero sí mucho esfuerzo y marcajes asfixiantes. Ni Joaquín Caparrós ni su colega Philippe Montanier parecían satisfechos con los que estaban viendo. El andaluz gesticuló hasta la saciedad, y el francés no aguantó muchos minutos sentado.
Menos mal que en la recámara mallorquinista está el mexicano Giovanni Dos Santos, el último fichaje y esperanza de la sufrida afición para romper la monotonía en el Iberostar Estadio. Anoche vio el partido desde el palco.
La Real esperó su oportunidad con paciencia y sin arriesgar en lo más mínimo. Palma no ha sido territorio favorable a sus intereses en los últimos 10 años, con goleada (6-1) incluida en la Copa del Rey, y avisada de lo que podía ocurrir, decidió ceder toda la iniciativa a su rival en la segunda parte.
El dominio del Mallorca -con Alejandro Alfaro en el sitio de Nsue - se hizo abrumador por momentos. El francés Michael Pereira pasó a la izquierda y le dio mucha salida a su equipo en el tramo final.
La fuerte presión 'rojilla' tuvo sus frutos con el cabezazo de Víctor Casadesús (min. 75) tras un gran centro de Javi Márquez. El gol hizo reaccionar a una dormida Real hasta ese momento y buscó el empate, ya con el francés Antoine Griezmann y el uruguayo Diego Ifran en el terreno de juego.
Pero fue tarde. El Mallorca supo amarrar los tres puntos y abandonó el terreno de juego convertido en sorprendente líder provisional del campeonato.

Deportivo empató con getafe en casa


El Deportivo y el Getafe se repartieron los puntos (1-1) en un combate de alto voltaje de la liga española, atractivo para el espectador, con muchas alternativas y ocasiones, pero con sólo dos goles, que llegaron en la primera media hora de partido.
Deportivo vs. GetafeDesde que Mateu Lahoz señaló el inicio del partido en Riazor, no hubo tregua entre coruñeses y madrileños, que intentaron asestar el primer golpe al rival cuanto antes.
Riki, en una acción a balón parado que ejecutó el portugués Pizzi y que sorprendió a la zaga del Getafe, dio el primer aviso y Pedro León, con mono de fútbol tras haberse perdido por contrato el partido con el Real Madrid, respondió con una gran jugada por banda que Xavi Torres cabeceó a la derecha de Aranzubia.
Sin tiempo para calmar los ánimos, el Deportivo volvió a tirar de estrategia a los seis minutos con los mismos protagonistas de la primera acción. Riki, al que esta vez le sirvieron el balón en corto, regateó a Xavi Torres y batió a Moyá con un potente disparo ajustado.
El Getafe, herido, se levantó con un remate a bocajarro de Colunga que desvió Aranzubia y con un disparo de Pedro León que se le escapó de las manos al portero, que después reaccionó a tiempo para robarle el rechace a Colunga.
Con tantas ocasiones, el gol de los madrileños parecía cuestión de minutos y llegó en el 26 con una combinación rápida en el centro del campo entre Xavi Torres y Colunga, que sirvió en profundidad para que Barrada se plantara solo ante Aranzubia y restableciera la igualada.
El partido no tuvo respiro y, aunque el marcador no volvió a moverse antes del descanso, las ocasiones siguieron sucediéndose en ambas áreas.
En la del Deportivo, Aythami frenó a Colunga, que había dejado atrás a Manuel Pablo y encaraba a Aranzubia, y en la del Getafe, Moyá se lució a disparos de Bruno Gama y Riki.
El segundo tiempo bajó el ritmo mínimamente y empezó fuerte, con un ataque de Lafita, silbado e insultado, como Lopo, en su regreso a Riazor, que Xavi Torres perdonó en boca de gol.
El Deportivo elaboró más el juego, propició ataques más largos, casi sin réplicas serias de los madrileños, y tanto Camuñas, que suplió a Bruno Gama, como Riki pudieron desequilibrar el choque, pero se encontraron con Moyá, serio, seguro.
Paco Alcácer debutó en el Getafe, Oltra aportó otro delantero a su esquema y ni madrileños ni coruñeses estaban dispuestos a firmar el empate, pero fue el resultado que acabó en el marcador.

domingo, 1 de julio de 2012

España campeón de Europa

 La selección española de Vicente Del Bosque inscribió con brillantez su nombre entre las grandes leyendas del fútbol, al convertirse en la primera de la historia que consigue la triple corona, derrotando a una Italia valiente con la mayor goleada en una final (4-0), para hacer del triunfo una costumbre.
España marca el ritmo del fútbol mundial. Es la referencia actual. Y exhibe un estilo con el que se cuela entre equipos legendarios. La Hungría de Puskas, Brasil de Pelé, Alemania de Beckenbauer, Holanda de Cruyff, Italia de Rossi, Argentina de Maradona, Francia de Zidane. La generación de oro del fútbol español no tiene un único referente. Es la España de Casillas. La de Xavi que inculcó un estilo. La del mago Iniesta. La del imperial Sergio Ramos y el oportuno Cesc.

Tuvieron que pasar 44 años hasta que España encontró un estilo que le llevó en Viena a su primera Eurocopa en color. De la raza al toque. Cuatro años después presume de estrella. Extiende su dominio futbolístico con una lección que le hace ser inalcanzable. En una final. En el momento en el que a otros le tiemblan las piernas, ellos juegan para divertirse. Es la consigna de Del Bosque antes de saltar al césped. Sólo sois futbolistas. Disfrutad y ser generosos. Lo cumplen. Al pie de la letra.
Era una final justa. Italia reconstruida con Cesare Prandelli. Del 'catenaccio' a la belleza. Al buen gusto que marca Pirlo. No lo pudo mostrar ante un rival que le ganó por primera vez desde los Juegos Olímpicos de Amberes. Con el descaro de unos futbolistas que instalan a España en la excelencia.
Ante el mismo rival con el que enterraron fatalismos del pasado en aquellos penaltis de cuartos de la pasada Eurocopa. Se liberaron los nervios y el fútbol. Siempre aparece en las grandes citas. De esta generación de españoles no se puede dudar. Maniatados en el torneo con rivales que renuncian sin tapujos a su estilo. Italia lo mantuvo. Renunció al plan con el que inició el campeonato, tres centrales y dos carrileros de largo recorrido, y le costó caro.
Aquel estreno cuando el miedo a perder está en la cabeza de todos los futbolistas, entorpeció el juego de España. En la final fue a presionarle y la 'Roja' se levantó con el carácter de Sergio Ramos. Una entrada a destiempo de Balotelli. A la siguiente acción se la devuelve. Le gana por alto y marca el territorio con un golpe. Era el mensaje en el inicio trabado del que escapó gracias a Xavi.
Los rivales le asfixian y el tiempo pasa. Xavi no estuvo a su nivel y apareció en la final. Lección de fútbol. Puso un córner medido a la cabeza de Ramos. Cabeceó alto. Y dio salida a los mejores minutos de España. Triangulaciones de ensueño con un ritmo intenso que faltó en el estreno. Toques y cambios de juego que rebajaron la intensidad de la presión del rival.
Con los olés en la grada aparece Iniesta para cambiar el rumbo. Controla el balón, caracolea y mete una velocidad más para desequilibrar. Dibuja una jugada en su mente y la plasma con precisión. Al desmarque al espacio de Cesc. Otro futbolista superlativo que se reinventa alejado de su posición natural. En la zona del nueve mantiene la calma y asiste a la llegada de Silva. Testarazo a la red del más bajito. Las cosas del fútbol.
El premio al bolsillo de Del Bosque. Mantuvo su apuesta en Silva con dudas sobre su físico. Cuarto de hora y España ya ganaba. Manejaría la final ante una Italia que se veía por detrás del marcador por primera vez en toda la Eurocopa. Reaccionó con el orgullo de la pentacampeona del mundo. Probando a balón parado por alto a Casillas. Sacando sus puños también ante disparos lejanos de Cassano y Montolivo.
En la expresión máxima de saber competir se maneja bien España. Mide los esfuerzos con expertos en la materia como Xavi o Iniesta. Saben subir y bajar las revoluciones en el momento justo. Italia fue adueñándose del balón y mascó la impotencia. El castigo a su adelanto de metros se lo dio Jordi Alba. Con la velocidad de un atleta de cien metros, al pase de Xavi, y definiendo a la perfección a la salida de Buffon. Restaban cuatro minutos para el descanso. Los planes de Del Bosque se cumplían.
Una orden en la reanudación, imposible bajar la guardia, prohibido relajarse. Menos aún ante Italia que arrancó tirando de orgullo pero acabó llorando su mala suerte. A los 21 minutos se había lesionado Chiellini. En el descanso entró Di Natale por Cassano, que cabeceó la primera que tocó para rozar el larguero, y que hizo lucirse a Casillas en un mano a mano para situar el nombre del portero entre los candidatos al 'Balón de Oro'
Y los riesgos de Prandelli sacaron a relucir las leyes no escritas del fútbol. Agotó los cambios a los 56 minutos con la entrada de Motta. Aguantó sobre el césped 240 segundos. Una lesión muscular dejó a Italia con diez. La final estaba sentenciada y acabó desdibujada. El pulso ya era desigual.
España mantiene intacto su hambre de gloria. Los cambios de Del Bosque aumentaron la intensidad. Salió Fernando Torres y marcó a un nuevo pase de Xavi para acabar empatando con los máximos goleadores del torneo. Se estrenó Mata y el primer balón que tocó lo hizo gol. La mayor goleada en una final de Eurocopa. Era el broche para un grupo de jugadores que tocan el cielo de Kiev. La herencia de Luis Aragonés la ha convertido Del Bosque en leyenda.

sábado, 30 de junio de 2012

¿España o Italia?

 Encontrar un favorito en una final a menudo puede ser muy complicado y, sin dudas, este es uno de esos casos. El hecho es que, citando las palabras que Buffón nos dijo el 9 de junio pasado, en la previa del primer desafío azzurro de esta EURO 2012: "Los más fuertes suelen ganar los torneos, pero a veces ganan los mejores".
España / ItaliaEse "mejores" se refiere al conjunto que, en ese específico partido o en ese mes de fútbol, como en el caso de una Eurocopa, encuentra algo en las motivaciones, en el juego y en la suerte, que le permite ponerse al nivel del equipo supuestamente más fuerte y hasta superarlo.
Tenemos en los ojos todavía las imágenes de un enloquecido Drogba levantando la Champions League, en una temporada en la que su equipo, probablemente por primera vez en años, no se encontraba en el elenco de los más poderosos, pero supo ser sin dudas el cuadro mejor, por lo menos cuanto alcanzaba para coronarse campeón.
En ese contexto, desde el punto de vista técnico y táctico, no caben dudas de que España es el más fuerte seleccionado en absoluto, tanto en Europa como con toda probabilidad en el mundo. El hecho de jugar otra final más, siendo campeón defensor del globo y del continente, deja bien claro ese concepto sin dejar espacio a la más pequeña duda.
Hoy por hoy el conjunto ibérico de Del Bosque es el más sólido y eficaz y, gracias a su costumbre a los triunfos (con la herencia que se traen los jugadores también desde sus propios equipos de club), es uno de los pocos seleccionados, sino el único, que puede ganar un partido sólo con el peso de la camiseta.
Sin embargo, hasta ahora en esta Eurocopa no estuvo muy brillante y, como es natural que sea, la Roja se enfrentará en final justamente al equipo que hasta ahora mostró el fútbol más bello y que hasta ahora fue, en definitiva, el mejor: Italia.
Podría discutir por horas y analizar decenas de detalles, para sostener la teoría que la Nazionale mostró el mejor juego en Polonia y Ucrania y que es el conjunto que más mereció llegar tan lejos, desde ese punto de vista. Pero alcanza con contarles que el favoritismo de la Azzurra no es retórica periodística, sino que es la "vox populi" (la voz del pueblo).
En Donetsk, por primera vez en mi vida, vi una hinchada neutral silbar a un equipo porque lo aburría con su actitud amarrete. Eso le ocurrió dos veces a España, la primera ante Francia, con silbidos tímidos pero presentes, y la segunda ante Portugal: en esa ocasión, los hinchas se cansaron de silbarle en contra a los rojos, tanto que los aficionados españoles estuvieron menos calientes de lo acostumbrados, casi atemorizados por la actitud de todo el resto de la hinchada.
Lo curioso, es que las mismas personas que festejaron el triunfo de Casillas y compañeros tras la tanda de penales fueron las que se lamentaron a lo largo de los 120 minutos: eso quiere decir que la protestas no iban en contra de España que, en cambio, tiene una gran multitud de admiradores en todo el mundo, sino que de su juego, de su actitud y de esa posesión aburrida que sirve para defenderse y no para atacar (ahora la gente empieza a entenderlo).
Contrariamente, en Kiev pude asistir a un público apasionado por la Azzurra y, a pesar de que el 90% de las tribunas estaba compuesto por hinchada neutral, casi todos ucranianos, a menudo los muchachos de Prandelli se vieron alentados por gritos ensordecedores de"¡Italia Italia Italia!". La cosa, admito, me conmovió y me puso una grande alegría.
Lo que realmente no me esperaba era asistir a la misma escena en Varsovia, en la semifinal ante Alemania. Polonia es un país limítrofe al germánico y así hubo muchísimos hinchas "crucos" en el National Stadium. Al mismo tiempo, no hay que olvidarse que entre las líneas de Löw había dos polacos: Klose y Podolski.
Sin embargo, la hinchada participó vivamente y con pasión al triunfo de la Azzurra, alentando, cantando y quedándose un buen rato tras el final del match para seguir aplaudiendo y festejando. Algo que nos dice claramente el mayor logro de Prandelli y sus muchachos: el de haber sabido enamorar a la gente.
La "voz del pueblo" se oye fuerte y clara y dice a todo pulmón que su favorito para levantar el título es Italia. Lo dicen los coros en las canchas pero me lo dice también la gente por la calle y por todos lados. Todos desean la victoria azzurra.
Yo recién llego a Kiev tras un viaje de "apenas" 25 horas de tren (sí: ¡eso era sarcasmo!). Ese vagón, obviamente, fue un poco de todo para mí: un medio de transporte, una casa, una oficina y un bar de charlas. En efecto, en los paseos internos, en las pausas café y en las colas para el baño fue un constante hablar con personas de todo tipo y nación. Muchos polacos y polacas, hombres y mujeres de Ucrania y de Rusia, algunos sudamericanos y hasta un par de orientales (uno era japonés, pero el otro no me acuerdo).
Con todos pude canjear algunos minutos de conversación, por lo más en inglés, y todos ellos decían lo mismo: "¡Forza Italia!" Una expresión que aquí ya es de casa y que todos aprendieron. Una expresión que declara la previsión y sobre todo la voluntad del pueblo, es decir que la Azzurra sea campeona.
En una final puede pasar de todo y, como ya repetimos mil veces, el más fuerte puede perder contra el mejor o viceversa. Pero lo que conquistó Italia es ya un triunfo, de por sí mismo, porque prácticamente jugará "de local en tierra extranjera". Esa será su arma especial aquí en Kiev, es decir el amor de la gente.
Y ojo, porque el amor, se sabe, mueve montañas. Imagínense si no puede mover la aguja de la balanza en una final, de lo que en fin de cuentas es sólo un juego, llamado fútbol.